La crisis actual nos ha hecho reflexionar sobre una multiplicidad de interrogantes y posibles soluciones para hacerles frente. Así, una de las opiniones que más se ha planteado es alargar las jornadas laborales para reestablecer el crecimiento del sistema productivo. Esta propuesta se basa en la idea que trabajamos poco. Pero, ¿es esta la solución? ¿Tenemos que trabajar mas horas para paliar la crisis? ¿ Realmente trabajamos poco ?
España es el tercer Estado de Europa que más tiempo dedica al trabajo y, sin embargo, este dato no se refleja en el nivel de productividad. Según el Eurostat, la productividad por hora trabajada en España en el año 2007 es de 92,5 puntos: mucho menor que la de Luxemburgo (170,5) y Bélgica (124,3) donde las jornadas laborales son más reducidas. La organización del tiempo de trabajo actual, dominada por la cultura del presencialismo, basada en la idea de que la persona mas productiva es la que más tiempo pasa en la empresa. Este modelo dominante apuesta por horarios extensivos y jornadas laborales que no sólo implican una producción poco eficaz sino que también representan una falta de sintonía con las necesidades de los trabajadores y las trabajadoras.
Esta cultura del tiempo exige a las personas ocupar la máxima cantidad de horas posibles en el puesto de trabajo y disminuye su calidad de vida. Además, como ya hemos visto, los datos nos sugieren que la actual forma dominante de gestión del tiempo no favorece un mayor crecimiento económico.
La situación de crisis económica no puede servir como excusa para recortar derechos laborales ,ni para precarizar más las condiciones de trabajo. Abrír el debate sobre tiempo de trabajo en un momento de coyuntura económica difícil, en el que la capacidad de negociación de los trabajadores y trabajadoras se ve mermada por el miedo a perder el empleo, bajo la premisa de que hemos de hacer esfuerzos para salir de la situación actual, puede enmascarar la voluntad de empeorar las condiciones de trabajo. Sirva como ejemplo la desregularización de los horarios que contiene el Convenio de Grandes Almacenes, situación denunciada por U.G.T.
Nos encontramos frente a la necesidad de repensar el modelo productivo y promocionar nuevas formas de organización del tiempo de trabajo. Se trata de reorganizar la jornada de forma más racional, utilizando nuevas tecnologías e impulsando una planificación de tareas por objetivos para aumentar la productividad, contribuir al crecimiento económico, prevenir el agotamiento fisico e intelectual y, al mismo tiempo, favorecer la conciliación de nuestra vida laboral, familiar y personal.
En definitiva, no es justo ni razonable que la carga de un modelo productivo poco eficiente recaiga sobre las personas trabajadoras. Se trata de un desafío mucho más complejo : Una nueva cultura de gestión y valoración del tiempo.
LES 10 MENTIDES DE LA CRISI Agraïm als dibuixants de la revista EL JUEVES les Il.lustracions d'aquest número de "Les notícies" Revista de la Unió General de Treballadors de Catalunya.gener 2010
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