EL 1º de Mayo los trabajadores y trabajadoras estamos llamados a celebrar el Día Internacional del Trabajo para reclamar, con firmeza, avances en los valores universales de la Justicia, la Libertad, la Igualdad y la Paz, así como en los derechos laborales y sindicales.
Muchos han sido los que, en distintos lugares y a lo largo del tiempo, han luchado para conseguir la implantación de estos valores. Todavía hoy es alarmante el número de personas que han perdido la vida o sufren represión por sus actividades sindicales. Reafirmamos con el sindicalismo internacional, nuestro compromiso con los derechos humanos en el mundo y, expresamos la más firme solidaridad con el pueblo iraquí, víctima de una guerra ilegal e injusta; con los pueblos de Sáhara, Palestina o el Tíbet y exigimos a la comunidad internacional la búsqueda de salidas urgentes a los conflictos que padecen.
POR UN MUNDO MEJOR
Una globalización más justa
La ordenación de las migraciones y la promoción del desarrollo sostenible constituyen una reivindicación fundamental para lograr un trabajo decente para todos los trabajadores y trabajadoras. Los cuatro pilares que lo sustentan son el empleo, los derechos de los trabajadores, la protección social y el diálogo social. A pesar de que ya hace cuatro décadas que se estableció la
necesidad de que los países desarrollados destinaran el 0,7% de su riqueza para el desarrollo de los países empobrecidos, actualmente apenas se destina un 0,24% del PIB, y sólo cinco
países de Europa llegan al 0,7%. Por ello, es más necesario que nunca un pacto mundial contra la pobreza, una de las reivindicaciones prioritarias del movimiento sindical internacional ante los gobiernos.
Las graves deficiencias que presenta la economía mundial son objeto de preocupación para el sindicalismo. La riqueza que generan los beneficios de la mundialización no repercute, en su justa proporción, en los trabajadores. Por tanto, reclamamos a los gobiernos que destinen una mayor proporción de los ingresos nacionales a los salarios, la necesidad de estipular la reglamentación y transparencia en los mercados financieros, estimular el crecimiento sostenible de la economía, combatir el desempleo y detener el declive de las instituciones sociales y de los servicios públicos.
La desaceleración de la economía mundial y las demandas al Banco Mundial y al Fondo Monetario Internacional
La situación que afronta la economía mundial, y el peligro de una acusada recesión en EEUU y en los países de la OCDE, hacen que reivindiquemos a las instituciones económicas internacionales una estrategia coordinada que incluya el respaldo al aumento de los salarios de los trabajadores, y a los gobiernos que hagan frente a los desequilibrios estructurales que incrementan la presión negativa sobre los mismos.
Por último, la preocupación por el cambio climático y la necesidad de crear “empleos verdes” para evitar las negativas consecuencias que sobre el empleo y el propio planeta tiene la emisión de gases de efecto invernadero, son la base del plan de gran alcance expuesto por la CSI para colaborar con el programa de Naciones Unidas y con la OIT.
La Confederación Sindical Internacional y su compromiso para construir un mundo más justo. Jornada Mundial por el Trabajo Decente
El movimiento sindical internacional agrupado en la Confederación Sindical Internacional (CSI) mantiene el compromiso inquebrantable de construir un mundo mejor, donde el progreso económico responda a la necesidad de acabar con la pobreza, las guerras, la injusticia y donde las personas tengan la oportunidad de acceder a una vida y trabajo decentes.
La CSI ha declarado el 7 de octubre de 2008 Jornada Mundial por el Trabajo Decente. Un llamamiento mundial que incluye siete demandas clave para los derechos de los trabajadores: derecho a organizarse; ratificar e implementar los convenios de la ONU y de la OIT; brindar protección social al 60% de la población mundial que carece de ella; cambiar las reglas comerciales injustas; avanzar en el desarrollo sostenible y cuidado del medioambiente; incrementar la ayuda oficial para alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio y asegurar los derechos de los trabajadores migrantes.
POR LA EUROPA SOCIAL
El Tratado renovado de la UE
El reforzamiento de los objetivos de la UE sobre pleno empleo, una economía social de mercado, y la potenciación de los servicios públicos, ha significado un avance en el texto renovado del Tratado de la UE, tras la cumbre de Lisboa, aunque todavía es necesario fortalecer la Europa social, especialmente en relación al diálogo social y al papel que deben desempeñar los interlocutores sociales.
El Manifiesto de Sevilla
El XIº Congreso de la CES, celebrado en mayo de 2007 en Sevilla, fijó las cinco grandes áreas en las que tenemos que aunar todos nuestros esfuerzos:
• Un mercado laboral europeo con más empleos, de mejor calidad, y con más derechos. Es necesario fortalecer las directivas europeas para evitar la merma de garantías (como la producida por las Sentencias del Tribunal de Justicia Europeo en los casos Laval y Vicking Line).
• Fortalecer el diálogo social, las negociaciones colectivas y la participación de los trabajadores en cada uno de los niveles de negociación
• Un gobierno económico, social y medioambiental europeo más eficaz.
• Una UE más fuerte, lo que supone la defensa del Tratado Constitucional, especialmente de la Carta de los Derechos Fundamentales.
• Una CES y unos sindicatos más fuertes, lo que implica trabajar en aras a construir unas organizaciones más solidarias e influyentes en el mundo.
Los trabajadores europeos estamos cansados de que los gobiernos y los empresarios piensen que la única variable de ajuste en situaciones de dificultad económica es la congelación salarial o la pérdida del poder adquisitivo. La experiencia acumulada demuestra que estas orientaciones de gobiernos y empresas no han servido para crear empleo de calidad y han provocado una distribución más injusta de la riqueza creada; por eso, la pasada euromanifestación de Eslovenia ha significado un no rotundo a continuar siendo los únicos que soporten las consecuencias de la desaceleración económica.
POR LA IGUALDAD, EL SALARIO DIGNO Y LA INVERSIÓN PRODUCTIVA
La nueva legislatura: Diálogo Social
Tras las elecciones generales del pasado 9 de marzo, se abre una nueva etapa en la que el Diálogo Social debe seguir siendo el instrumento idóneo para abordar los cambios que necesita nuestro país y facilitar el éxito de las medidas que se adopten para cambiar el modelo productivo y mejorar los derechossociolaborales y la protección social.
La situación de desaceleración económica que atraviesa España, obliga a actuar de manera decidida para paliar los efectos que en forma de destrucción de empleo esta produciendo y proteger a los colectivos a los que más está afectando que son, por otra parte, los más vulnerables: jóvenes, mujeres e inmigrantes. Pero esta situación no puede enfrentarse sólamente con medidas coyunturales o de corto plazo, debemos promover cambios estructurales que saneen nuestra economía y nuestro mercado laboral. Debemos cambiar nuestro modelo productivo y ampliar
las bases de nuestro patrón económico, otorgando mayor peso a la industria y la tecnología, con más inversiones en estos campos, así como en infraestructuras, equipamientos y capital
humano (educación y formación permanente de los trabajadores) y garantizando buenos salarios, y un SMI cada vez más próximo a la media de los países de nuestro entorno y reforzar nuestro sistema de protección social; así como, para dar más oportunidades de empleo a las personas desempleadas, potenciar las políticas activas y revitalizar los servicios públicos de empleo.
La cohesión social constituye el gran objetivo al que deben dirigirse las políticas sociales, centrando los esfuerzos en los colectivos más débiles y necesitados y profundizando en las políticas ya iniciadas anteriormente en materia de dependencia, igualdad entre mujeres y hombres, igualdad de trato hacia los jóvenes, los inmigrantes, las personas con discapacidad, conciliación de la vida personal y profesional, estabilidad en el empleo, salud y seguridad, etc.
Fortalecer las relaciones colectivas de trabajo, extender y universalizar la negociación colectiva, consolidar el modelo salarial que posibilita garantías frente a la desviación de los precios a través de las cláusulas de revisión y consolidar el papel institucional de los interlocutores sociales.
Este año hacemos un llamamiento especial a la participación de los jóvenes que bajo las fórmulas de prácticas y becas realizan estancias sin derechos en las empresas públicas y privadas de nuestro país. Para aquellos que están en esta situación pedimos la contratación laboral y el reconocimiento de sus derechos como trabajadores y trabajadoras.
Por la Paz: contra el terrorismo
Un año más la lucha contra el terrorismo está presente en este 1º de Mayo. ETA ha seguido golpeando con su tradicional cobardía a la sociedad española. Desde la solidaridad y el apoyo a las familias de las últimas víctimas, los guardias civiles Fernando Trapero y Raúl Centeno y el compañero Isaías Carrasco, manifestamos nuestro más absoluto rechazo a la barbarie terrorista, al tiempo que exigimos, en nombre de todos los trabajadores, el abandono, de una vez por todas, del uso de la violencia. Queremos recordar que con la utilización de estos salvajes métodos no conseguirá que una sociedad democrática, como la nuestra, se pliegue a sus objetivos.
Las reivindicaciones de este 1º de Mayo son numerosas y esenciales para mejorar la calidad de vida y empleo de todos los trabajadores. La masiva participación en las manifestaciones, movilizaciones y actos organizados nos dará la fuerza necesaria para conseguir que se conviertan en realidad.
¡VIVA EL 1º DE MAYO!
Muchos han sido los que, en distintos lugares y a lo largo del tiempo, han luchado para conseguir la implantación de estos valores. Todavía hoy es alarmante el número de personas que han perdido la vida o sufren represión por sus actividades sindicales. Reafirmamos con el sindicalismo internacional, nuestro compromiso con los derechos humanos en el mundo y, expresamos la más firme solidaridad con el pueblo iraquí, víctima de una guerra ilegal e injusta; con los pueblos de Sáhara, Palestina o el Tíbet y exigimos a la comunidad internacional la búsqueda de salidas urgentes a los conflictos que padecen.
POR UN MUNDO MEJOR
Una globalización más justa
La ordenación de las migraciones y la promoción del desarrollo sostenible constituyen una reivindicación fundamental para lograr un trabajo decente para todos los trabajadores y trabajadoras. Los cuatro pilares que lo sustentan son el empleo, los derechos de los trabajadores, la protección social y el diálogo social. A pesar de que ya hace cuatro décadas que se estableció la
necesidad de que los países desarrollados destinaran el 0,7% de su riqueza para el desarrollo de los países empobrecidos, actualmente apenas se destina un 0,24% del PIB, y sólo cinco
países de Europa llegan al 0,7%. Por ello, es más necesario que nunca un pacto mundial contra la pobreza, una de las reivindicaciones prioritarias del movimiento sindical internacional ante los gobiernos.
Las graves deficiencias que presenta la economía mundial son objeto de preocupación para el sindicalismo. La riqueza que generan los beneficios de la mundialización no repercute, en su justa proporción, en los trabajadores. Por tanto, reclamamos a los gobiernos que destinen una mayor proporción de los ingresos nacionales a los salarios, la necesidad de estipular la reglamentación y transparencia en los mercados financieros, estimular el crecimiento sostenible de la economía, combatir el desempleo y detener el declive de las instituciones sociales y de los servicios públicos.
La desaceleración de la economía mundial y las demandas al Banco Mundial y al Fondo Monetario Internacional
La situación que afronta la economía mundial, y el peligro de una acusada recesión en EEUU y en los países de la OCDE, hacen que reivindiquemos a las instituciones económicas internacionales una estrategia coordinada que incluya el respaldo al aumento de los salarios de los trabajadores, y a los gobiernos que hagan frente a los desequilibrios estructurales que incrementan la presión negativa sobre los mismos.
Por último, la preocupación por el cambio climático y la necesidad de crear “empleos verdes” para evitar las negativas consecuencias que sobre el empleo y el propio planeta tiene la emisión de gases de efecto invernadero, son la base del plan de gran alcance expuesto por la CSI para colaborar con el programa de Naciones Unidas y con la OIT.
La Confederación Sindical Internacional y su compromiso para construir un mundo más justo. Jornada Mundial por el Trabajo Decente
El movimiento sindical internacional agrupado en la Confederación Sindical Internacional (CSI) mantiene el compromiso inquebrantable de construir un mundo mejor, donde el progreso económico responda a la necesidad de acabar con la pobreza, las guerras, la injusticia y donde las personas tengan la oportunidad de acceder a una vida y trabajo decentes.
La CSI ha declarado el 7 de octubre de 2008 Jornada Mundial por el Trabajo Decente. Un llamamiento mundial que incluye siete demandas clave para los derechos de los trabajadores: derecho a organizarse; ratificar e implementar los convenios de la ONU y de la OIT; brindar protección social al 60% de la población mundial que carece de ella; cambiar las reglas comerciales injustas; avanzar en el desarrollo sostenible y cuidado del medioambiente; incrementar la ayuda oficial para alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio y asegurar los derechos de los trabajadores migrantes.
POR LA EUROPA SOCIAL
El Tratado renovado de la UE
El reforzamiento de los objetivos de la UE sobre pleno empleo, una economía social de mercado, y la potenciación de los servicios públicos, ha significado un avance en el texto renovado del Tratado de la UE, tras la cumbre de Lisboa, aunque todavía es necesario fortalecer la Europa social, especialmente en relación al diálogo social y al papel que deben desempeñar los interlocutores sociales.
El Manifiesto de Sevilla
El XIº Congreso de la CES, celebrado en mayo de 2007 en Sevilla, fijó las cinco grandes áreas en las que tenemos que aunar todos nuestros esfuerzos:
• Un mercado laboral europeo con más empleos, de mejor calidad, y con más derechos. Es necesario fortalecer las directivas europeas para evitar la merma de garantías (como la producida por las Sentencias del Tribunal de Justicia Europeo en los casos Laval y Vicking Line).
• Fortalecer el diálogo social, las negociaciones colectivas y la participación de los trabajadores en cada uno de los niveles de negociación
• Un gobierno económico, social y medioambiental europeo más eficaz.
• Una UE más fuerte, lo que supone la defensa del Tratado Constitucional, especialmente de la Carta de los Derechos Fundamentales.
• Una CES y unos sindicatos más fuertes, lo que implica trabajar en aras a construir unas organizaciones más solidarias e influyentes en el mundo.
Los trabajadores europeos estamos cansados de que los gobiernos y los empresarios piensen que la única variable de ajuste en situaciones de dificultad económica es la congelación salarial o la pérdida del poder adquisitivo. La experiencia acumulada demuestra que estas orientaciones de gobiernos y empresas no han servido para crear empleo de calidad y han provocado una distribución más injusta de la riqueza creada; por eso, la pasada euromanifestación de Eslovenia ha significado un no rotundo a continuar siendo los únicos que soporten las consecuencias de la desaceleración económica.
POR LA IGUALDAD, EL SALARIO DIGNO Y LA INVERSIÓN PRODUCTIVA
La nueva legislatura: Diálogo Social
Tras las elecciones generales del pasado 9 de marzo, se abre una nueva etapa en la que el Diálogo Social debe seguir siendo el instrumento idóneo para abordar los cambios que necesita nuestro país y facilitar el éxito de las medidas que se adopten para cambiar el modelo productivo y mejorar los derechossociolaborales y la protección social.
La situación de desaceleración económica que atraviesa España, obliga a actuar de manera decidida para paliar los efectos que en forma de destrucción de empleo esta produciendo y proteger a los colectivos a los que más está afectando que son, por otra parte, los más vulnerables: jóvenes, mujeres e inmigrantes. Pero esta situación no puede enfrentarse sólamente con medidas coyunturales o de corto plazo, debemos promover cambios estructurales que saneen nuestra economía y nuestro mercado laboral. Debemos cambiar nuestro modelo productivo y ampliar
las bases de nuestro patrón económico, otorgando mayor peso a la industria y la tecnología, con más inversiones en estos campos, así como en infraestructuras, equipamientos y capital
humano (educación y formación permanente de los trabajadores) y garantizando buenos salarios, y un SMI cada vez más próximo a la media de los países de nuestro entorno y reforzar nuestro sistema de protección social; así como, para dar más oportunidades de empleo a las personas desempleadas, potenciar las políticas activas y revitalizar los servicios públicos de empleo.
La cohesión social constituye el gran objetivo al que deben dirigirse las políticas sociales, centrando los esfuerzos en los colectivos más débiles y necesitados y profundizando en las políticas ya iniciadas anteriormente en materia de dependencia, igualdad entre mujeres y hombres, igualdad de trato hacia los jóvenes, los inmigrantes, las personas con discapacidad, conciliación de la vida personal y profesional, estabilidad en el empleo, salud y seguridad, etc.
Fortalecer las relaciones colectivas de trabajo, extender y universalizar la negociación colectiva, consolidar el modelo salarial que posibilita garantías frente a la desviación de los precios a través de las cláusulas de revisión y consolidar el papel institucional de los interlocutores sociales.
Este año hacemos un llamamiento especial a la participación de los jóvenes que bajo las fórmulas de prácticas y becas realizan estancias sin derechos en las empresas públicas y privadas de nuestro país. Para aquellos que están en esta situación pedimos la contratación laboral y el reconocimiento de sus derechos como trabajadores y trabajadoras.
Por la Paz: contra el terrorismo
Un año más la lucha contra el terrorismo está presente en este 1º de Mayo. ETA ha seguido golpeando con su tradicional cobardía a la sociedad española. Desde la solidaridad y el apoyo a las familias de las últimas víctimas, los guardias civiles Fernando Trapero y Raúl Centeno y el compañero Isaías Carrasco, manifestamos nuestro más absoluto rechazo a la barbarie terrorista, al tiempo que exigimos, en nombre de todos los trabajadores, el abandono, de una vez por todas, del uso de la violencia. Queremos recordar que con la utilización de estos salvajes métodos no conseguirá que una sociedad democrática, como la nuestra, se pliegue a sus objetivos.
Las reivindicaciones de este 1º de Mayo son numerosas y esenciales para mejorar la calidad de vida y empleo de todos los trabajadores. La masiva participación en las manifestaciones, movilizaciones y actos organizados nos dará la fuerza necesaria para conseguir que se conviertan en realidad.
¡VIVA EL 1º DE MAYO!
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